miércoles, 25 de mayo de 2016

Caso María Soledad Morales



Fue un lunes, temprano. Un obrero de Vialidad halló un cuerpo mutilado, casi desnudo, cerca de la ruta. Los catamarqueños nunca olvidarán la fecha: 10 de septiembre de 1990. Ese día comenzó a tejerse una leyenda. Ese día la provincia cambió para siempre.
                   


María Soledad Morales tenía 17 años cuando la mataron. Vivía a 23 kilómetros del centro de la ciudad, en Valle Viejo; estudiaba en el colegio del Carmen y San José, escribía poemas y su sueño era ser modelo.
A Soledad la esperaba una jornada agitada: ella y otras amigas eran las encargadas de decorar el boliche Le Fleu Rouge, donde esa noche se elegiría a la Reina de la Primavera.
Se despidió de sus padres Ada y Elías cerca de las 21hs del 8 de septiembre y les dijo que dormiría en la casa de una amiga, en el centro de la ciudad. Fue vista por última vez cerca de las 2 de la mañana del 9 de septiembre en la puerta del boliche junto con Luis Tula, un hombre casado con el cual mantenía una relación secreta, resistida por sus padres.
Esa misma noche, María Soledad Morales sería victima de los hijos del poder.
Según la reconstrucción que se hizo durante el juicio, Tula engaño a la joven para llevarla a la disco Clivus, en donde los esperaban algunos amigos y conocidos de aquel. Allí comenzó el calvario para Sole, como le decían sus amigas. Junto a Guillermo Luque, Hugo Ibañez y Luis Méndez drogaron, violaron, golpearon y asesinaron a la victima para luego abandonar su cadáver en un zanjón.
 La aparición del cuerpo abrió paso a una extensa cadena de encubrimientos, presiones y conspiraciones que buscaban proteger a Luque y sus amigos, ya que el principal imputado era hijo del diputado nacional por la Provincia de Catamarca Ángel Luque, quien a su vez era un aliado político del gobernador Ramón Saadi.
La investigación se torno una cuestión de estado provincial que trepo hasta las esferas de la política nacional al verse involucrado el poder judicial de otras provincias y la intervención del presidente Carlos Menem. Las diferentes hipótesis que se barajaban iban desde un crimen pasional tras una pelea con la esposa de su novio hasta un entramado de corrupción, feudalismo y abusos de poder. 


LAS DOS TEORÍAS



LOS HIJOS DEL PODER

La investigación cayo en manos del juez José Labid Morcos quien sostuvo en primera medida que el crimen podría ser por causas pasionales por lo que Luis Tula, el ultimo en ver con vida a Soledad según los testigos, fue detenido el mismo día que se encontró el cadáver de la joven. Otra medida que preocupaba al del entorno de los hijos del poder fue el allanamiento del boliche bailable Clivus, lugar donde realizaban fiestas Guillermo Luque y los mellizos Jalil y Arnoldito Saadi, en busca de pruebas.
Con las primeras investigaciones, la primera autopsia y las primeras hipótesis sobre el caso, aparecieron los intentos de encubrimiento y las presiones tanto al juez como los investigadores. 




Con este marco la causa parecía estancarse debido al poco accionar policial y la llamativa lentitud por parte de poder judicial de la provincia. Es por esto que la familia de Maria Soledad, sus amigas y la monja Marta Pelloni organizaron una marcha sin precedentes en la historia argentina, las llamadas "Marchas Del Silencio" donde la forma de pedir que se haga justicia era caminar todos tomados de los brazos, en un estremecedor silencio que hablaba por si solo. Las marchas se realizaban todos los días jueves, con una gran convocatoria lo que atrajo la atención de los medios nacionales que posaron sus luces sobre el crimen tan aberrante que tenia a la provincia en vilo. La causa se volvió un reclamo a nivel nacional y golpeo con fuerza al gobernado Ramón Saadi.





Una movilización que hizo tambalear y caer al gobierno de Ramón Saadi y a una dinastía política de cuarenta años: la provincia fue intervenida en Abril de 1991 por el gobierno nacional y en Diciembre de ese año el saadismo perdió las elecciones en manos de una alianza. Junto con la intervención de la provincia se designo a Luis Patti para la investigación del caso, el cual se inclino siempre por la hipótesis del crimen pasional y tras dos meses en el lugar abandono la investigación por reiterados conflictos con el juez Ventimiglia. Patti fue acusado por ser el brazo ejecutor del encubrimiento por parte del gobierno nacional.
El juez Ventimiglia, quien sucediò al juez Morcos, ordeno que se realizara una segunda autopsia, ya que, la primera estaba sospechada de malos procedimientos debido a la manipulación de las pruebas que realizo la policía local. Los resultados arrojaron que la muerte de la joven se produjo por un paro cardiorespiratorio producto de una sobredosis de clorhidrato de cocaína.

El nuevo magistrado, tras conocer los resultados de la segunda autopsia, solicito la detención de Guillermo Luque, quien luego de varios días prófugo se entrego en Capital Federal y fue trasladado por el subcomisario Patti hasta la provincia de Catamarca. El diputado nacional catamarqueño Ángel Luque había tenido una reunión, previa a la detención de su hijo, con el presidente Menem pidiendo que Guillermo no sea torturado en la cárcel catamarqueña.


Tras la declaración indagatoria de los acusados, el juez Ventimiglia renuncio a la causa luego de "cumplir su misión" de detener a Guillermo Luque. 

María Soledad I













En 1996 comenzó el primer juicio oral por el caso de María Soledad, transmitido en directo por televisión y fue tema de opinión pública durante su transcurso. 
Durante el juicio se produjeron infinidad de complicaciones e irregularidades, varias denuncias de apriete e intentos de soborno.





  











La enfermera Marta Tello, ex jefa de la clínica Pasteur de propiedad de José y Silvia Jalil, expresó que en el hospital se decía que la chica había estado en tomografía, que se había visto llegar esa madrugada una camioneta Traffic blanca y que bajaron un bulto.


Evangelina Sosa, una testigo que declaró haber visto a Soledad en la disco Clivus, desmintió lo que antes había afirmado lo cuál había comprometido a Luque, expresando que había sido presionada por los Morales. 
El abogado de los Morales, Luis Segura, pidió el alejamiento del caso de los jueces Juan Carlos Sampayo y María Alejandra Azar, dos integrantes del Tribunal, por un incidente cuando interrogaban a Sosa. Fue una seña en forma de negación que realizó Sampayo a la vocal Maria Azar, lo que derivo en el pedido del abogado. El gesto captado por las cámaras de TN, causó que las transmisiones fueran suspendidas por el presidente del Tribunal Ortiz Iramain. 


















La prohibición de la televisación, la renuncia de los jueces y la nulidad del mismo precipitaron el derrumbe de la instancia penal y la apertura de un juicio nuevo.  

María Soledad II


El nuevo Tribunal estuvo conformado por los jueces Santiago Olmedo, Jorge Álvarez Morales y Rubén Edgardo Álvarez. 
El fallo fue dictado por la Cámara Penal II de Catamarca, quienes necesitaron 87 días de audiencias, por las que pasaron 372 testigos a lo largo de seis meses. La resolución de los camaristas no se limitó a condenar a Luque y Tula, también se hizo hincapié en las graves irregularidades que se habían producido desde el comienzo mismo del caso. 
La resolución del juicio abrió nuevas investigaciones por la coautoría del crimen, por su encubrimiento, por falsos testimonios vertidos durante el proceso, asociación ilícita y por amenazas contra los padres de María Soledad.









Así fue como el 27 de febrero de 1998, Guillermo Luque fue condenado a 21 años de prisión por "violación seguida de muerte agravada por el uso de estupefacientes" y a Luis Tula, a 9 años como partícipe secundario.





EL DESPUÉS DE LA CÁRCEL

El 12 de abril de 2010 la juez catamarqueña Alicia Cabanillas le otorgó a Guillermo Luque la libertad condicional tras 14 años entre rejas por buen comportamiento como presidiario. Tras ser liberado, sostuvo que no participó en el crimen y que fue “un preso inocente”. 
Luis Tula, condenado a 9 años de prisión,  aprovechó los 6 años que estuvo en el penal Julio Herrera en Catamarca para comenzar sus estudios en derecho. Salió en libertad en el año 2006 y en noviembre de 2009 juró como abogado en el foro local tras graduarse en la Universidad de La Rioja.


Guillermo Luque se mudó con su padre en su residencia "Puerta de Hierro" de Valle Viejo, a unos diez kilómetros al este de la capital de Catamarca, hasta un año más tarde cuando el ex diputado falleció. Actualmente se dedica a negocios inmobiliarios que gestiona a través de su página de Facebook, puesto que nunca terminó sus estudios de derecho en Buenos Aires ni tampoco siguió los pasos de su padre en el mundo de la política. 
Luis Tula, separado de su pareja de entonces, Ruth Salazar, actualmente vive en Catamarca. Ejerce como abogado especializado en Derecho  Penal con la matrícula 1.941. Trata de evitar el contacto con la prensa y mantiene una vida de bajísimo perfil.


El 10 de septiembre de 2015 se cumplieron 25 años del crimen que marco para siempre la historia de Catamarca.